En lo personal, considero que la democracia y la libre empresa son los mejores sistemas para que un Estado pueda alcanzar niveles superiores de desarrollo, traduciéndose este como un elevado nivel en la calidad de vida de sus habitantes.
Para que la democracia y la libre empresa puedan existir y demostrar sus beneficios, ambas deben estar sustentadas en LA SANA COMPETENCIA y esta solo se consigue por la INTEGRIDAD DE LOS ACTORES Y APLICACIÓN DE LOS MECANISMOS DE CONTROL ADECUADOS. Se debe entender por integridad como hacer lo correcto, aunque no se obtenga un beneficio personal por ello.
La actual Constitución de Honduras del 11 de Enero de 1982, en su artículo 4 indica que nuestra forma de gobierno es democrática, el artículo 331 garantiza la libertad de empresa y en el artículo 339 se prohíbe los monopolios, monopsonios, oligopolios y acaparamientos.
Si bien lo que establece la Constitución es que somos un Estado democrático y bajo un sistema económico de libre empresa, nuestra realidad es completamente opuesta.
De otra manera, como se explica:
- El otorgamiento de rutas de transporte de pasajeros a nivel urbano e interurbano, igual que los números de taxi a diputados y activistas del partido político en el poder durante los distintos gobiernos
- Los leoninos contratos de generación de energía eléctrica.
- La venta de plazas a maestros y médicos para puestos en el sector publico.
- La ineficiencia de la ley de contratación del Estado.
- El c obro de aranceles por distintos servicios.
- La forma de adquisición de bienes y servicios con los fondos de la Tasa de Seguridad.
- Los concesionamientos mineros.
- Los contratos de suministros de medicamentos y servicios al IHSS (Seguro Social) y al Ministerio de Salud.
- El contrato por servicio de Rayos Gamma en la Empresa Nacional Portuaria.
- Las condiciones en que se otorgaron los contratos de telefonía móvil.
- El procedimiento para otorgar licencias ambientales.
- Las condiciones en que se otorgaron los concesionamientos de los corredores logístico y turístico.
- El proceso de concesionamiento de los aeropuertos nacionales.
- Que solo ciertas aerolíneas puedan operar en territorio nacional.
- El sistema electoral, bajo el cual es prácticamente imposible una candidatura independiente para los cargos de Presidente de la República, Diputado o Alcalde.
- La desaparición del Ferrocarril Nacional de Honduras.
- Los requerimientos para obtener una frecuencia de radio.
- La quiebra de Hondutel.
- Los requisitos establecidos para convocar a un plebiscito o referéndum.
- Y así continua la lista.
En una verdadera democracia y libre empresa, estas situaciones serian consideradas como aberraciones y no se hubiesen producido.
Ya es tiempo que en Honduras la ley deje de ser un instrumento para mantener sometida a la mayoría de la población, negándole su derecho a una mejor calidad de vida.
Ya es tiempo que entendamos todos que: ¨ vale mas el bienestar de muchos, que la prosperidad de pocos”.