Los gobiernos de Honduras.

La misión prioritaria que deberá tener cualquier gobierno del mundo, independiente de su inclinación política, que por supuesto cuenta y determinara el como, es crear un sistema que le garantice a largo plazo a quienes viven en el Estado, una buena calidad de vida, en el cual se les asegura el acceso a salud, a la educación, al crédito, a una vivienda y a una pensión , cuando ya hayan culminado el lapso de actividad laboral.

La historia nos indica que en Honduras esto no se ha cumplido por sus diferentes gobiernos, exceptuando el gobierno del Dr. Ramón Villeda Morales, que se caracterizo por importantes reformas sociales, como la creación de la seguridad social (IHSS), el código del trabajo y otras.

Es evidente que nuestros gobiernos no se han preocupado por el bienestar colectivo de la población, sino por el de sus partidarios , grupo de amigos y familiares, disponiendo de los bienes y recursos de la hacienda publica como si fuera su hacienda particular. Y quienes han presidido tales gobiernos creen a pie juntillas que ellos son el Estado, emulando a Luis XIV, el famoso Rey Sol. Igualmente pregonan a viva voz que son fervientes creyentes de la democracia, pero cada uno de ellos tienen su propia interpretación de este sistema político.

Las consecuencias de este pensar y actuar :

1- Deterioro alarmante en la calidad de vida y el Indice de desarrollo humano

2- Población viviendo en pobreza un 70% y pobreza extrema 40%.

3- Uno de los países mas desiguales de América.

4- Elevados niveles de corrupción e impunidad.

5- Saqueo legalizado de los bienes y recursos del Estado.

6- Marcada división social.

7- Poca credibilidad en la institucionalidad del Estado

8- Deterioro ambiental

9- Golpes de Estado.

10- Exagerada deuda publica, cuyo servicio drena una importante cantidad de recursos del Estado, lo que terminara haciéndola impagable en los términos actuales.

11- Poco crecimiento del Producto Interno Bruto.

12- Bajo monto de inversión extranjera y nacional.

A todo esto se suma la tendencia actual a la oclocracia, cuyo definición ya fuera establecido por los filósofos Polibio y James Mackintosh en su Vindiciae Gallicae.

Esa es nuestra realidad histórica. eso es lo que hay, toca ver que se puede hacer para cambiar y que algún día predomine el bien común.