Pronunciamiento Colegio Economistas, Capitulo Noroccidental – Septiembre 2019

 

Presupuesto 2020 Fuente:CHENOROCCIDENTAL

PRONUNCIAMIENTO DEL COLEGIO HONDUREÑO DE ECONOMISTAS

Con la misma responsabilidad con la que hemos participado en ocasiones pasadas, el Colegio  Hondureño de Economistas, Capítulo Noroccidental, considera necesario seguir pronunciándose
respecto a los principal problemas económicos y sociales que abaten a nuestro país.

En consonancia con lo anterior nos pronunciamos de la siguiente forma:

1. Honduras necesita un compromiso duradero y efectivo por parte de los principales actores de la  sociedad hondureña de combate frontal a la corrupción, que lamentablemente por el momento no
percibimos que se haya iniciado. Este compromiso significa la  implementación de los principios de  eficiencia y transparencia en todos los asuntos públicos; de respeto a las instituciones y a sus
leyes; de aplicación de lo que la justicia prescribe a los que asaltan por diferentes medios al  Estado y a los recursos del país.

La instauración de esta cultura del respeto a las leyes y a los
valores es el punto de partida para cualquier programa económico que intente combatir los  principales problemas del país. Lo anterior implica también un cambio radical de los criterios para  la escogencia de las personas que dirigen las instituciones públicas. Sin ello todo es en vano.

2. Estamos convencidos además de la necesidad de un cambio radical en la manera en que se  planifica el Presupuesto General de la República y cómo se ejecutan los recursos públicos. No vemos
todavía una disposición sincera a escuchar a todos los sectores que representen intereses auténticos;  no vemos una voluntad de corregir el rumbo de los programas y proyectos de gobierno en aras del  interés general, de combatir lo que resulte dañino para los intereses generales, de supeditar las  consideraciones de grupo al bien común. Lo que usualmente escuchamos, como respuesta a las exigencias  de mayor transparencia, son invitaciones a socializar con los medios y gremios decisiones que ya se  han tomado, terminando en un monólogo donde no hay espacio para enmendar y corregir. En vista de la  situación de crispación social en la que vivimos, de la apabullante duda sobre la manera en que se  planifican y ejecutan los recursos públicos, consideramos de suma importancia elevar la credibilidad  de las políticas públicas sometiéndolas a procesos incluyentes de discusión por los actores más  importantes del país tanto de las liquidaciones de los presupuestos ejecutados, así como de los nuevos presupuestos.

3. Consideramos importante enfatizar en la necesidad de una política económica orientada a la  priorización de las necesidades de los grupos sociales más pobres y las regiones geográficas más
postergadas. Combatir las manifestaciones más denigrantes del subdesarrollo y los efectos más duros  del cambio climático es una tarea primordial al que deben estar concentrados los esfuerzos del
gobierno con todos s instrumentos, programas y proyectos. Apuntar la agenda de la política  económica en otra dirección es comprometer recursos a tareas que no contribuyen al bienestar general  ni a la paz social.

4. Por lo tanto, exigimos que todos los sectores del país nos unamos detrás de estos principios que  no deben quedar fuera de ningún programa de política económica que se considere de importancia para  el futuro desarrollo del país.

Entendidos que todo lo anterior es la base de cualquier esfuerzo, consideramos necesario que en  política fiscal emprendamos las siguientes tareas:

1. Abordaje integral de la problemática fiscal del país. Esto implica una revisión exhaustiva de  todos los gastos corrientes, los gastos de capital, como de los ingresos fiscales. Los terribles
vicios de las exoneraciones injustificadas, el derroche de gasto corriente de la alta burocracia para  fines electoreros, las inversiones con sobreprecio y el incremento en la recaudación tributaria como
vía para solucionar cualquier desbalance deben de terminar para dar paso a una gestión de los recursos públicos caracterizados por la
austeridad, eficiencia y la rendición de cuentas. No hay razón para un incremento al presupuesto de  ingresos y gastos si no se han erradicado esos vicios.

2. Solicitamos presentar la liquidación de presupuestos pasados. Nos unimos por ende al llamado a  lograr un acuerdo sobre el origen y destino de los recursos públicos; que establezca además como  principios fundamentales de la política fiscal la eliminación de la corrupción, la equidad, la  progresividad del sistem tributario, la transparencia y la eficiencia.

3. Reformulación de las metas fiscales para convertirlas en instrumentos válidos y confiables en  la medición
de la calidad de la política fiscal. En los últimos años el gobierno reporta el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit del fiscal del sector público no financiero, control del  gasto primario de administración central y reducción del atraso de pagos de la administración  central. Sin embargo, en gran medida la reducción se logró mediante el incremento en más del 100% de
la recaudación tributaria entre el año 2014 y el año 2018, tendencia sumamente polémica por su  impacto en las empresas y ciudadano El gasto corriente de la administración central sigue creciendo
en especial en las partidas de sueldos y pago de intereses de deuda. Las cuentas de las empresas  públicas en especial la ENEE sigue marcando resultad negativos.

4. Frenar el creciente endeudamiento del país que ha alcanzado según cifras oficiales 11,400  millones de Dólares en el 2018. Algunas estimaciones indican que esta puede ser mayor si se le
agrega la deuda flotante que anda por 2 mil millones de Dólares en el 2018. La carga que esta deuda  significa para el país es de 17 mil millones de Lempiras en concepto de pago de intereses. Dicha
cantidad sobrepasa el presupuesto d 2018 en salud pública de 14 mil millones de Lempiras. El servicio de la deuda anual ya representa el 31% d los tributos recaudados. Enfatizamos que una  política fiscal de austeridad y eficiente liberaría suficientes recursos para depender menos del financiamiento externo.

5. Rescate de las empresas públicas del país en especial la ENEE y Hondutel así como del banco público BANADESA. Estos rescates implican en primer lugar señalar las acciones y los responsables de las mismas que llevaron a debilitar financieramente las instituciones. En el caso de la ENEE significa  adicionalmente cancelación de los contratos onerosos de compra de energía eléctrica y el combate a
las pérdidas técnicas y no técnicas que mantiene la estatal eléctrica en su sistema. Consideramos necesario entrar en un proceso de capitalización de Hondutel.

BANADESA ha sido sometido a los  embates de la corrupción y la política aprobándose condonaciones de deuda a los productores  agrícolas que tienen acceso al sistema financiero. Es necesario desvincular al banco de toda
injerencia que obstaculice su misión de ser un instrumento efectivo en el financiamiento al sector  agropecuario.

6. Redefinir la política de promoción de las alianzas público-privadas. Actualmente existe una alta discrecionalidad con la que las autoridades actúan al otorgar concesionamientos. Prevalece la idea
que al inversionista se le debe garantizar riesgos mínimos e ingresos altos, incrementando así los pasivos contingentes del Estado. Por tanto, es necesario someter a COALIANZA a un riguroso control y
monitoreo de su actuación para así evitar APP´s que van en perjuicio de los intereses nacionales y  de los ciudadanos

San Pedro Sula, septiembre 2019

Colegio Hondureño de Economistas Junta Directiva Capítulo
Noroccidental