En Honduras es practica comun aquella maxima de que es más fácil sentir que pensar.
Un ejemplo de esta práctica es el tema de las demandas internacionales contra el Estado por concepto de NO cumplimiento a contratos de concesionamiento o prestación de bienes y servicios, bajo el amparo de la ley de proteccion a la inversión extranjera.
Es necesario conocer el origen de estas obligaciones, que se pagarán con los impuestos que tributan todos los hondureños.
La mayoría de estos contratos , otorgados por Coalianza , E.N.E.E. e Investh, en términos desventajosos para el Estado de Honduras, estan blindados de tal manera que los beneficiarios de los mismos ganaran cualquier demanda , sea esta presentada en un ente nacional o internacional. Esa es nuestra realidad y tenemos que entenderla, independiente de los sentimientos que esto genere.
El impacto negativo que dichos contratos representaban en la deuda pública y la balanza de pagos lo señalamos, en su momento, un grupo de profesionales de la economía , miembros del capitulo noroccidental del colegio hondureño de economistas, sin que se nos escuchara. El paso del tiempo nos ha dado la razón.
La historia sustentada en la realidad no se puede cambiar, independiente de ideologias politicas o quimeras con que traten de sorprendernos.